Para expiar sus pecados sexuales Jenna Haze debe complacer analmente a despiadado sacerdote

No fue su culpa, tal vez tampoco del sacerdote pues después de todo es un ser humano y debe constantemente luchar contra sus instintos que supone el ser un hombre de carne y hueso, Jenna Haze se dio cuenta de que estaba cometiendo demasiados pecados y fornicación en la universidad, aquellos hermosos años en los que Jenna tenía 20 años, pues acudió al confesionario para intentar purificar su alma, la pobrecilla pensó que tendría que rezar algunos Padre nuestro y Ave María, pero para su sorpresa el hombre de dios le dijo que no se sienta tan culpable pues todos cometemos errores, es parte de ser humano, pero en efecto, debía expiar sus pecados nada menos que dándole un poco de placer al tipo... para que tenga una mejor idea de lo pecadora que es y darle una penitencia más adecuada, la jovencita entró a su habitáculo donde fue penetrada por el tipo, diciéndole que sí... su coño era penetrado así día y noche todas las semanas, sorprendida fue penetrada por el culo con una fuerza divina que la hizo ver el paraíso, regresó algo contrariada y con el culo adolorido, pero sintiéndose mejor consigo misma.